Los Amorosos, Cartas a Chepita (Reseña #2)

Hola, amiguitos. Cumpliendo con lo propuesto les traigo la reseña del mes sobre un libro que ya tenía más de un año en mi librero, antes de contarles les comparto los datos generales de éste: 

Disfruté mucho cada una de las cartas aun cuando eran algo repetitivas, me ayudó mucho saber con anticipación que el libro no es más que viejas cartas que Jaime Sabines le escribía a su novia Josefa Rodríguez durante su noviazgo, simples hechos cotidianos y palabras de un hombre enamorado y algo machista.  

Estas cartas tienen fechas desde 1948 hasta 1952, por lo tanto, también me preparé para leer ciertas partes que me hicieran poner los ojos en blanco o fruncir el ceño. Para mi sorpresa sólo hubo dos:

"En las once(fotos que Chepita le envió), preciosa, linda, de primera. Como para no dejarte salir a la calle"

"Enciérrate, amor, cuídate, cuídame tu cuerpo, guárdame tu boca, no salgas, que no te mire nadie, entrégame al regreso lo que dejé, intacto, sin sol siquiera, encerrado, de mis manos a mis manos" 

Claro que no cuento los comentarios en los que Sabines le dijo a Chepita que le valía su trabajo, como sea él la iba a mantener, esto porque fueron más los fragmentos que me tocaron el corazón.  No fueron las palabras expresando promesas de amor las que hicieron esta lectura tan agradable sino aquellas que alentaban a Chepita en sus peores ratos, ¿no es el apoyo en esos momentos la más grande prueba de amor? ya lo creo: 

"Ese -cállate- no quiere decir que nunca digas nada, sino que te calles a ti misma tu dolor y tu angustia- así los transformas-, que no trates de convencerte a todas horas de que eres miserable... te digo sólo que pongas cada cosa en su lugar, que no hagas del fastidio toda tu vida, que no hagas de tu soledad llanto y rutina." 

''Ve de milagro en milagro, de sorpresa en sorpresa, a lo largo de ti misma. Estás triste, es cierto, pero tú no eres tristeza, tú eres alegría y serenidad y paz. No mires sólo un aspecto de ti misma, un accidente de tu propia substancia… No mires tu miseria, no te complazcas en ella; hazla a un lado, apártala, y cultiva lo que todos tenemos de divinidad adentro.” 

Fue una amena sorpresa dejarme atrapar por palabras tan bellas y sentirlas dirigidas hacia mí, tomarlas como un sabio consejo de alguien que veía la vida de la siguiente manera: 

" La muerte no es ningún remedio para el que desea vivir. La muerte es un débil consuelo que no me sobornará nunca. Es aquí en la vida donde tengo que encontrar remedio de la vida. Y una buena receta es el amor y saber mirar por encima de mi hombro mis propias miserias."

Se lleva tres manitas, ¿Qué opinan?